De la autoexigencia a la condescendencia
Seguramente ya te hayas dado cuenta de que con frecuencia eres tu peor enemigo. Solemos ser terriblemente injustas con nosotras mismas y no tenemos piedad a la hora de juzgarnos. Creemos que tenemos que ser perfectas y buscamos incansablemente nuestra mejor versión desde la creencia (falsa) de que tal y como somos, no es suficiente y que siempre podemos hacerlo mejor. Hemos aprendido a mirarnos desde la exigencia y la culpa y a vincular nuestro valor a los resultados que obtenemos. Todo ello, nos lleva a exigirnos siempre más y...